Una bonita casualidad

Y llegaste a mí como una oleada de colores 
de miradas perdidas y con sabores
despertándome del sueño
y contagiándome la vida. 

Llegaste para ser una nueva música a mis oídos 
listos para el compás de un  baile sin máscaras 
y mira que no somos tan distinto
por ello me permito creer.

Nunca he creído en el destino 
tampoco es que ahora sea distinto 
pero la era casualidad de cruzarnos ese momento 
dio un nuevo giro a mi monótona vida.

Llegaste con la caída de otoño 
de ojos serenos en un cielo apacible 
déjame acariciar tu tristeza hasta que la última lágrima cese
y así contemplarte sonrisas de a besos.

Deja un comentario

Blog de WordPress.com.

Subir ↑

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar