He escalado la cima del mundo ¡qué de mundo! Más allá de este. Me despedà del traje moribundo para alcanzar lo más alto, al brillo celeste. Mis ojos destellearon a cada pulsación que ofrecÃan ellos o mi pensamiento, pero ¡ay! cuidado con el corazón, causante de desequilibrios, nubla mis ojos, marea mi alma, no miento.
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