Todos los corazones poseen las estaciones, de primavera a invierno, de flores cuando hay un averno. Cada quien tiene la llama que da calidez a su corazón y ama cada quién tiene las flores que absorben la lluvia y sus sin sabores. Pero hay también quienes tienen la nieve en su interior que cuando hay una luz cálida se apaga y cuando hay lluvia, ¡peor! se quema a sà mismo bailando al lado de olas monstruo con temor. Hay nieve en el alma, si en el alma nieva ¿cómo desprenderme de ella? Creo que nunca seré primavera. Si fuera otoño, la tranquilidad de mis hojas serÃan un añoro; si fuera verano, la luminosidad de mi alma llevarÃa al azuleño amparo; si fuera primavera, rosales pintarÃan la vida de cantares como vez primera; soy invierno, arroparme es necesario con la compañÃa de un beso tierno.
Deja un comentario